miércoles, 9 de marzo de 2011

ROSQUILLAS





El otro día me animé con una receta de Rosquillas del blog de cocina de Onega (me encanta este blog, aunque creo que ya os lo había dicho antes).

Para que mentiros, me muero por las rosquillas, bueno en general por todos los postres, pero es que ¿a quién no le gustan unas esponjosas rosquillas?. Lo cierto es que hasta ahora, no había dado con una receta buena de verdad. Así que, cuando vi esta, no pude resistirme. El resultado buenísimo. Y lo mejor, que las rosquillas aguantan frescas un montón de tiempo. Yo las he guardado en una caja grande de lata y días más tarde seguían impresionantes.



ROSQUILLAS

800 gr de harina

5 huevos

250 ml de aceite de oliva (la medida de un vaso de agua)

El mismo volumen de azúcar que de aceite

1 puñado de anís verde

2 sobres de levadura Royal

Anís, yo he usado La Castellana pero cualquier marca sirve

Azúcar


En una sartén ponemos el aceite de oliva y el puñado de anís. Colocamos en el fuego hasta que las semillas se tuesten y suelten su olorcito y aroma en el aceite. Retiramos del calor, dejamos enfriar y colamos el aceite. Las semillas las tiramos pero el aceite lo reservamos.

Aparte, en un bol, ponemos los huevos con el azúcar y batimos bien. En este momento añadimos el aceite que habíamos reservado y mezclamos. Ahora incorporamos la harina a la que le habremos añadido los dos sobres de Royal. En principio nos debería de quedar una masa blandita que no se nos pegue a las manos. Es posible que os haga falta un pelín de harina, en ese caso incorporarla, yo con 800 gr he tenido suficiente.

Ahora vamos a darle forma a las rosquillas, para ello vamos formando bolitas del tamaño de una nuez y las vamos dejando sobre la encimera. Cuando las tengamos listas vamos juntándolas de dos en dos e introducimos un dedo a través de ellas para darles la forma de aro. Abrir bien el agujero girando la masa para conseguir formar una especie de donuts.

A continuación las vamos a ir friendo. Lo podéis hacer en una sartén amplia pero yo he preferido usar la freidora con aceite limpio. Calentamos el aceite a, ha de estar caliente pero sin pasarse ya que sino las rosquillas se nos quemarán por fuera y quedarán crudas por dentro. Las vamos echando de una en una. Es posible que al principio se vayan al fondo, pero al cabo de unos momentos flotarán.

Una vez que estén bien doradas, las retiramos y las vamos colocando sobre un papel de cocina absorbente para quitarles el exceso de aceite. Ahora, las humedecemos ligeramente, con ayuda de una brocha, con el anís y a continuación las rebozamos en el azúcar.

Nos han de quedar unas rosquillas grandes y generosas, esponjosas por dentro y con un ligero sabor a anís.

A mí, con estas cantidades, me han salido unas 30 rosquillas IRRESISTIBLES.

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