martes, 29 de marzo de 2011

PAELLA DE DOMINGO


En casa nos gusta mucho el arroz y lo comemos casi de cualquier forma, pero si hay la posibilidad de cocinarlo en paella, que se quiten el resto de recetas del medio. Además, es una receta muy adecuada para los domingos por una simple razón: nunca está claro cuantos vamos a ser. Así que al final es cuestión de añadir un puñado más de arroz y listo. Que bonito es compartir. Je je!


Después de muchos años, y otras tantas paellas, he llegado a la conclusión de que hay una serie de pautas o normas que, a mi criterio, debemos de respetar para obtener una paella exquisita. Las voy a compartir con vosotros y me dais vuestra opinión.


1.- Una paella se debe de cocinar en el recipiente adecuado, la paellera en castellano, ya que el sabor que le aporta al arroz no se consigue en ningún otro artilugio por mucho que se le parezca.


2.-Para cocinar bien el arroz lo ideal es hacerlo sobre un fogón a gas, donde la regulación de la llama es instantánea. En mi opinión, la vitro y la cocina eléctrica están descartadas si se trata de hacer una buena paella.


3.-El arroz ha de ser del tipo bomba, nada de recurrir a arroces vaporizados o similares.


4.-Al final de la cocción es bueno avivar un poco el fuego para lograr que la parte del arroz, en contacto con la paellera, se ponga quemadita, es lo más sabroso, el famoso socarraet que le llaman los valencianos. Riquísimo.


5.- Un último apunte, la cantidad de arroz por persona varía en función de lo que coman los invitados pero una ración generosa se sitúa en torno a los 125 gr de arroz por persona. Debéis calcular bien cuanto vais a cocinar para que el arroz entre en la paellera una vez cocinado.


PAELLA DE DOMINGO


Para 6 personas.


750 gr de arroz tipo bomba


15 langostinos


18 mejillones con su concha


12 chipirones


Un puñado de guisantes congelados


Un puñado de judías verdes congeladas

1/2 pimiento verde


1/2 pimiento rojo


1 cebolla mediana


2 dientes de ajo


1 cucharadita de pimentón


1/2 vasito de salsa de tomate


1 sobre de colorante El Payaso


Sal


Aceite de oliva


Caldo de pescado (dos veces y media el volumen del arroz)


En un cazo con agua damos un hervor de un par de minutos a los langostinos y a los mejillones. Los escurrimos y colamos y reservamos el agua.


Este caldito de pescado será el que usemos para añadir más adelante al arroz.


De los mejillones cocidos, podemos reservar unos seis con la concha para decorar y al resto retirársela.


Ponemos al fuego la paellera, echamos un chorro generoso de aceite de oliva y cuando esté caliente incorporamos la cebolla pelada y picada muy menudita. Cuando la cebolla empiece a estar transparente, añadimos los ajos pelados y picados finos. Una vez el ajo este doradito, incorporamos el pimiento rojo y verde cortado en dados. Rehogamos unos cinco minutos y añadimos el pimentón, revolvemos y añadimos también la salsa de tomate. Dejamos cocinar un par de minutos más, en este momento echamos la pastilla de Avecrem de Pescado, deshaciéndola con los dedos (recordar que la pastilla de Avecrem es opcional). Volvemos a revolver y añadimos ahora los guisantes y las judías congeladas. Añadimos ahora los chipirones limpios y troceados, rehogamos dos minutos más e incorporamos el arroz y el colorante. Rehogamos el arroz con el sofrito. En este momento incorporamos el agua de haber cocido el marisco. Revolvemos para repartir el arroz, salamos y dejamos cocer a fuego vivo durante unos diez minutos. En este momento incorporamos los langostinos y los mejillones, podéis colocarlos adornando la paella. También aprovechamos para, si es necesario, corregir el punto de sal. Desde este momento, bajamos el fuego y dejamos cocinar el arroz otros diez minutos más. A medida que se acerca el final de la cocción podéis probar el punto del arroz, para comprobar si es necesario añadir un poquito más de agua. Los dos últimos minutos, si os apetece y queréis lograr el socarraet del que hablamos antes, deberéis subir el fuego un pelín.


En el caso que el arroz os quede algo durito en su interior podéis dejarlo reposar, fuera de fuego, un par de minutos, tapado con un papel de esos en los que nos envuelven las barras de pan en la panadería (yo siempre tengo guardado alguno para este menester). Comprobareis que el arroz, después de un par de minutos, termina de abrirse y el grano se queda suelto y en su punto.

lunes, 21 de marzo de 2011


ENSALADA DE CHIPIRONES Y CABALLA


Este fin de semana hemos tenido una cena en casa y, como no tenía muchas ganas de complicarme, de primer plato he puesto la ensalada que hoy os vengo a mostrar.


A todo el mundo le ha gustado mucho el contraste que los chipirones al ajillo aportan a la ensalada. Así que ahora que empieza el buen tiempo y la primavera invita a comer ensaladitas, animaros con esta y veréis como os encanta.

ENSALADA DE CHIPIRONES Y CABALLA
.
350 gr de chipirones congelados

Una bolsa de mezclum de lechugas

4 tomates de rama

2 latas de caballa en aceite de oliva

2 huevos

Perejil picado

3 dientes de ajo

Sal

Aceite de oliva

Para la vinagreta:

Aceite de oliva virgen

Sal

Vinagre de Módena

La yema de los dos huevos anteriores

1/2 cebolla

En una sartén con un chorrito de aceite de oliva doramos los ajos pelados y picados muy finitos. Cuando el ajo comience a tomar color dorado añadimos los chipirones, lavados, limpios y cortados en rodajas finitas. Salteamos por espacio de unos minutos hasta comprobar que el chipirón está cocinado, salamos, espolvoreamos con perejil picado y reservamos.


Cocemos dos huevos, los pelamos, separamos las yemas de las claras y reservamos.

En los platos donde vamos a servir la ensalada colocamos, cuatro gajos de tomate y un puñado del mezclum de lechugas. A continuación disponemos la caballa y unos trocitos de la clara del huevo que hemos cocido. Por encima, disponemos los chipirones que hemos reservado.
Para aliñar la ensalada vamos a preparar una vinagreta, para ello, en un bol, mezclamos las yemas de los huevos cocidos, la media cebolla picada muy finita, sal, aceite de oliva virgen y vinagre de Módena. Batimos con un tenedor y ya tenemos listo el aliño para nuestra ensalada. Las cantidades de sal, aceite y vinagre de la vinagreta son a vuestro gusto.
Servir la ensalada sin aliñar y la vinagreta en un bol aparte.

miércoles, 9 de marzo de 2011

ROSQUILLAS





El otro día me animé con una receta de Rosquillas del blog de cocina de Onega (me encanta este blog, aunque creo que ya os lo había dicho antes).

Para que mentiros, me muero por las rosquillas, bueno en general por todos los postres, pero es que ¿a quién no le gustan unas esponjosas rosquillas?. Lo cierto es que hasta ahora, no había dado con una receta buena de verdad. Así que, cuando vi esta, no pude resistirme. El resultado buenísimo. Y lo mejor, que las rosquillas aguantan frescas un montón de tiempo. Yo las he guardado en una caja grande de lata y días más tarde seguían impresionantes.



ROSQUILLAS

800 gr de harina

5 huevos

250 ml de aceite de oliva (la medida de un vaso de agua)

El mismo volumen de azúcar que de aceite

1 puñado de anís verde

2 sobres de levadura Royal

Anís, yo he usado La Castellana pero cualquier marca sirve

Azúcar


En una sartén ponemos el aceite de oliva y el puñado de anís. Colocamos en el fuego hasta que las semillas se tuesten y suelten su olorcito y aroma en el aceite. Retiramos del calor, dejamos enfriar y colamos el aceite. Las semillas las tiramos pero el aceite lo reservamos.

Aparte, en un bol, ponemos los huevos con el azúcar y batimos bien. En este momento añadimos el aceite que habíamos reservado y mezclamos. Ahora incorporamos la harina a la que le habremos añadido los dos sobres de Royal. En principio nos debería de quedar una masa blandita que no se nos pegue a las manos. Es posible que os haga falta un pelín de harina, en ese caso incorporarla, yo con 800 gr he tenido suficiente.

Ahora vamos a darle forma a las rosquillas, para ello vamos formando bolitas del tamaño de una nuez y las vamos dejando sobre la encimera. Cuando las tengamos listas vamos juntándolas de dos en dos e introducimos un dedo a través de ellas para darles la forma de aro. Abrir bien el agujero girando la masa para conseguir formar una especie de donuts.

A continuación las vamos a ir friendo. Lo podéis hacer en una sartén amplia pero yo he preferido usar la freidora con aceite limpio. Calentamos el aceite a, ha de estar caliente pero sin pasarse ya que sino las rosquillas se nos quemarán por fuera y quedarán crudas por dentro. Las vamos echando de una en una. Es posible que al principio se vayan al fondo, pero al cabo de unos momentos flotarán.

Una vez que estén bien doradas, las retiramos y las vamos colocando sobre un papel de cocina absorbente para quitarles el exceso de aceite. Ahora, las humedecemos ligeramente, con ayuda de una brocha, con el anís y a continuación las rebozamos en el azúcar.

Nos han de quedar unas rosquillas grandes y generosas, esponjosas por dentro y con un ligero sabor a anís.

A mí, con estas cantidades, me han salido unas 30 rosquillas IRRESISTIBLES.