miércoles, 19 de enero de 2011

POLVORONES DE CANELA



Hace más de un año que tenía en mente hacer esta receta de polvorones pero, por una cosa u otra, lo he ido posponiendo hasta estas navidades.

En estos días, como he tenido más tiempo libre, he aprovechado para saldar mi deuda y el resultado me ha encantado. Bueno, a decir verdad, nos ha encantado a todos.

Es increíble, pero la receta, que me bajé en su día del blog de Onega, es perfecta y, aunque lleva un ratito, no resulta complicada.

El resultado ha sido tan satisfactorio que no voy a esperar a las próximas navidades para repetir la receta.

POLVORONES DE CANELA


750 gr de harina

325 gr de manteca de cerdo

140 gr de azúcar glass (yo lo he molido con el molinillo de café)

1 cucharada de canela en polvo

1 chupito de anís

Ralladura de ½ limón

40 gr de semillas sésamo tostado y un pelín más para decorar



Lo primero que vamos a hacer es tostar la harina. Yo la he tostado en una sartén, como no tenía una lo suficientemente grande, lo he ido haciendo en varias veces. Para ello, la he puesto a fuego medio y he ido revolviéndola constantemente, hasta que ha tomado color doradito.

Tener cuidado por que si no estáis atentos puede quemarse rápidamente.

Esta es la parte más engorrosa de la receta. Una vez tengamos la harina tostada, la tamizamos y reservamos.

Con ayuda del molinillo de café molemos las semillas de sésamo (yo las he comprado en una herboristería y venían ya tostadas). Una vez molidas las reservamos.

Ahora, en un bol, ponemos la manteca de cerdo y el azúcar glass. Con una batidora de varillas, o a mano si no disponéis de ella, vamos batiendo la manteca y el azúcar hasta que nos quede una mezcla cremosa. Incorporamos la canela, la ralladura del limón y continuamos mezclando.

Incorporamos ahora el chupito de anís y seguimos mezclando. Ahora añadimos las semillas de sésamo que habíamos reservado. Mezclamos de nuevo.

Es ahora cuando incorporamos la harina tostada y tamizada que habíamos reservado. Incorporamos poco a poco. La masa nos ha de quedar suave y blandita. Hacemos una bola y la dejamos enfriar en el frigorífico durante una hora.

Una vez transcurrido el tiempo, extendemos la masa con ayuda de un rodillo, dejándola gordita. Yo la he dejado con 1 centímetro de espesor. Ahora con un cortapastas vamos recortando los polvorones y los vamos colocando en la bandeja de horno a la que previamente le habremos colocado un papel sulfurizado. Una vez colocados los polvorones en la bandeja, les espolvoreamos por encima unos granitos de sésamo. Con el dedo vamos apretando las semillas para que se queden pegadas a la masa.

Mientras hacemos esta operación, vamos precalentando el horno con calor, sólo por la parte alta, a 210ºC. Una vez precalentado el horno, introducimos los polvorones y los horneamos por espacio de 10 minutos.

La superficie ha de adquirir un ligero color tostado, si véis que os quedan muy blanquitos, podéis subirle un pelín el fuego al horno.

Es importante que no os descuidéis con el tiempo para que los polvorones no se queden demasiado secos por dentro.

Con estas cantidades a mi me han salido unos 50 polvorones que nada tienen que envidiar a los que compramos por Navidad.

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