CODILLOS ASADOS
Ayer domingo, para comer, asamos unos codillos de cerdo. A pesar de que nos gustan mucho, nunca los habíamos cocinado en casa y tenía algo de miedo por si no me quedaban bien asados y tiernos. Después de leer en la web unas cuantas recetas, y hacer algunos ajustes con el horno, los asamos con la receta que os pongo a continuación. La verdad es que os tengo que decir que el resultado fue estupendo y los codillos quedaron deliciosos. No tienen ninguna dificultad así que sin duda repetiremos en breve.
CODILLOS ASADOS
Para 4 personas
4 codillos de cerdo frescos
1 vaso de vino tinto
1 chorro de aceite de oliva
1 pizca de tomillo
Sal gorda
Pimienta negra en bolas
6 hojas de laurel
Ponemos una tartera al fuego con agua, sal gorda, dos hojas de laurel y unas bolas de pimienta negra. Introducimos en ella los codillos y los cocemos durante treinta minutos desde que se levante el hervor.
En este momento, los retiramos y escurrimos. Disponemos ahora los codillos en una bandeja de horno y los regamos con un chorro de aceite de oliva. Incorporamos también, a la bandeja, cuatro hojas de laurel troceadas y los espolvoreamos con el tomillo. Introducimos la bandeja en el horno, precalentado a 200 ºC, con calor seco arriba y abajo. Colocamos la bandeja en posición media y horneamos, a esta temperatura, por espacio de una hora y cuarenta y cinco minutos. A mitad de la cocción, incorporamos el vaso de vino tinto y, a partir de este momento y durante el tiempo que resta, iremos dándole vueltas a los codillos para que se impregnen en el vino y los jugos y cojan color tostado por todos sus lados.
Una vez horneados, yo los he servido acompañados de puré de patatas casero, pero con una ensalada o unas patatas fritas también estarán estupendos.